Miguel Morote
Posted on | domingo, 19 de diciembre de 2010 | Comments Off
Baño turco, Miguel Morote (2008) acuarela y tinta, 50x70cm |
casette,Miguel Morote (2010) spray sobre papel, 42x30cm |
sin titulo, Miguel Morote (2008) rotulador sobre papel, 12x21cm |
puente,Miguel Morote (2010) acuarela sobre papel, 42x30cm |
Cristina Peraile
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fecundación al vacío, Cristina Peraile (2010) Tierra,Geso,Oleo;carboncillo y cola de conejo.100x83cm. |
Remitente Anónimo, Cristina Peraile (2009) fotografía, formato digital |
ogro, Cristina Peraile (2009) nogalina y acuarela líquida, 42x30cm |
Isabel Lara
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payaso, Isabel Lara (2010) acuarela,rotulador y spray,21x29cm |
arlequin, Isabel Lara (2010) acuarela,rotulador y spray, 21x29cm |
paseo invernal, Isabel Lara (2010) acuarela, 21x16cm |
pensamiento de otoño, Isabel Lara (2010) acuarela, 21x16cm |
Tonos marrones como hojas secas de otoño para describirse a sí mismas y al otoño que las trae. Esto describe “Pensamientos de otoño”, donde los árboles parecen no tener vida, pero sin embargo están aguantando la llegada de mejores tiempos. Al igual que los personajes que aparecen en “Paseo invernal”, que esperan la llegada de la primavera. Estos últimos parecen avanzar lentamente entre un densa niebla que les frena y opone resistencia.
De sus cuerpos parece emanar su calor interior en forma de vapor rojo intenso.Al que se opone el frio invernal,que asciende desde lo más bajo de la lámina. Lámina en la que la lluvia se representa mediante el agua de la acuarela.
Algo que también me resulta atractivo son esos márgenes ;superior e inferior en los que se albergan los titulos de ambas obras.Que les dan ese toque de detalle personal.
Lo que me parece indiscutible es el encanto que otorga ese papel a las acuarelas. Fluyendo de manera distinta que con otros papeles convencionales que carecen de textura y no dan ese toque tan atractivo y llamativo para todos.
Al fin y al cabo , la obra me parece curiosa y atractiva, porque genera en mi melancolía por los inviernos de la niñez, mediante esas prendas de tiempos pasados. Lo último que he de mencionar es la intriga que siento al pensar si aparecerán la primavera y el verano acompañando a estas dos láminas y como serían. Pero otra parte de mi piensa que tiene que haber alguna justificación para que la autora solo haya representado otoño e invierno. Y es que ha de sentir una atración ,gusto o nostalgia por esas estaciones.
crítica: paseo invernal y pensamientos de otoño
Mires por donde las mires todas las obras te invaden a la melancolía, hasta el papel arrugado por la poca economía estudiantil. Quiero indagar en los dos personajes ilustrados por Isabel Lara, el payaso y el arlequín, son indudablemente la tristeza disfrazada de alegría. Esta última son todo complementos, paleta de colores y matices graciosos, dándole acento a la niñez, que se ve reflejada directamente por la imagen de estos personajes relacionados con el mundo circense, cosa que la artista busca continuamente. Este tema me parece muy interesante ya que le puedes sacar mucho jugo a este mundo a parte hacía muchas direcciones, como utilizarla como metáfora de la realidad. Personajes sacados del limbo de la fantasía, personificados a algo más extremo y cruel, como prototipos que nos rodean en la vida real. Por el contrario nos fijamos en el rostro de cuales personajes y, sensaciones como la tristeza, el cansancio y la soledad me llevan esta vez a la vejez, al derrotado. De esta forma consigue los contrastes, pero fundidos.
La obra de Isabel me lleva a la butaca del cine con la película Pájaros de papel entreteniendo mis ojos.
Respecto a las otras dos obras, paseo invernal me parece la más acertada. Mi mayor curiosidad son los personajes sin rostro que aún los hace más fríos y lejanos, parece que estés mirando al suelo mientras paseas y con el rabillo del ojo persigues hacía arriba el cuerpo a la imaginación, y cuando crees que algo puede llegar a ser de tu interés te giras hacia atrás y te quedas con un detalle. Por ello esta ilustración no es una imagen de un instante, sino es todo un paseo en el tiempo, como los recortes de las siluetas que han ido apareciendo por capricho de acuarela. Es un recuerdo que se teje como las ramas de pensamientos de otoño que nos reseña una vez más recuerdos nacidos de circunstancias pasadas, personales e individualizadas al terreno de cada espectador. La acuarela también nos induce a lo débil, difuso, como entre la niebla.
Y como una forma de concluir invitó a Isa a que siga explotando todo este cuento líquido, para que sigamos planteándonos las cosas.
crítica: arlequín,payaso,paseo invernal y pensamiento de otoño
Marta Pérez
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Hacer como si
La exposición que nos ocupa e inaugura este blog está conformada por un número más o menos establecido de obras que decidimos acordar por integrante del grupo. Así cada uno ha sido su propio comisario, decidiendo que es lo que quería mostrar.
Proyecto home
Proyecto home comienza a principios de este curso al descubrir las posibilidades con esta forma, la cual sin darme cuenta en todos mis trabajos: esculturas, instalaciones, dibujos, pinturas…empezaron a estar presentes.
Fuga, Marta Pérez (2010) Oleo sobre tela, 610x685mm. |
rincón sin salida,Marta Pérez (2010) Oleo sobre tela,300x345mm. |
familia,Marta Pérez (2010) Oleo sobre tela, 565x175mm. |
mientras tanto, Marta Pérez (2010) Oleo sobre tela, 800x657mm. |
pan y papiloma, Marta Pérez (2010) 170x157x158mm |
Paseando
estas pinturas estan inspiradas en las betas de las losas de marmol de una escalera conocida.
paseando, Marta Pérez (2010) Oleo sobre tela 678x675 |
crítica: proyecto home
¿casas,formas o cavernas?
crítica: mientras tanto
Alberto Garcia
Posted on | sábado, 18 de diciembre de 2010 | Comments Off
¿Me tengo que considerar artista por crear algo? ¿Soy artista por manchar una tela con pintura expresando o no algún estado de animo o sentimiento? ¿O quizás sea artista por que canto canciones las cuales ni siquiera son mías? ¿Que es exactamente lo que hace que se te considere un artista? Es algo que pienso continuamente.
Colores,Alberto Garcia (2010) pintura plástica 117x35cm |
Botella deformada, Alberto Garcia (2009) botella de vino14x30cm |
Silla arrugada, Alberto Garcia (2009) silla y soporte de hierro,106x130cm |
crítica: botella deformada
David Azpurgua
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En esta obra a diferencia de otras, el proceso y material han ido cambiando según se definía la idea a transmitir. La obra se origina cuando al aferrar una manzana deformada –por la presión de una o varias ramas, siento como se adapta perfectamente a la mano. Ante la impotencia de lograr los mismos resultados de una forma controlada, decido realizar una serie de frutas ergonómicas en madera, de modo que la huella de la mano estuviera impresa en relieve. Sin embargo, antes de acabar la primera talla, percibo la falsedad de mi gesto, pues si deseaba plasmar la presencia de lo humano o el paso del tiempo, al tallar las improntas, las estaba reproduciendo. Por ello, cambio a un material más blando como el papel, que permite dejar marcas de forma espontánea. Una vez acabada la primera fruta, decido dar mayor trascendencia al proceso y plasmar de forma secuenciada distintas fases del mismo. Factor que acentúa los valores de la envoltura al poder percibir paulatinamente su confección, además de incrementar la sensación temporal, materializada en los procesos de germinación o enmohecimiento que la obra sugiere, según la dirección en que sea leída. Un tránsito del no-ser (espacio vacío en la balda) al ser, que emplea los mismos recursos que el cómic o el non finito propio de la escultura clásica.
La elección de los materiales intenta ser afín a los principios que se desean transmitir, de ahí, la selección de materias oxidadas o su tratamiento hasta lograr el matiz demandado por la obra. Entre estas valoraciones, destaca la elección del papel por ser una sustancia altamente camaleónica, factible de adoptar numerosas propiedades (color, textura, consistencia, grados de oxidación), o de dialogar muy bien con otros elementos (alambre, telas metálicas). Su presencia suele ser habitual en juguetes de la infancia, o en carnavales y ritos donde el ser humano se disfraza y enmascara.
Este busto surge a partir de una serie de experimentos y reconstrucciones realizados con frutas y otros animales, en los que se intenta retornar el tiempo atrás, dotar de forma a aquellos cuerpos y envolturas que la perdieron, además de explorar otras derivas asociadas con lo inconsciente. Los resultados son siluetas similares a las elaboradas por Zoe Leonard, si bien, orientadas en esta pieza hacia un proyecto más laborioso, el cual ha ido sufriendo diversas modificaciones hasta llegar a su estado actual.
El deseo por recuperar una presencia perdida o por mostrar el deterioro al que biológicamente estamos encaminados, son algunos de los acicates de esta creación. Para confeccionarla, se han utilizado cáscaras de naranja que debidamente tratadas, sirven como elemento de construcción, ya que a pesar de ser arrancadas de su nucleolo, siguen manteniendo un nivel de vida interna. Si se congelan el hielo cambia su estructura, su ácido afecta a los metales (grapas), o se enmohecen con facilidad si no se deshumedece de forma adecuada. Es un material vivo en el tiempo, tal y como puede ser la madera, pero aún más delicado y transitorio. Igualmente, mantiene fuertes vínculos con la tez humana, posee manchas, cicatrices, poros, heridas... casi se puede leer en ellas la vida que han llevado.
Cuando se trabaja con dicha materia, surgen reflexiones que en un principio nunca se hubieran planteado. Es curioso como al lijarla cambia su trasparencia, como penetra la luz atravesándola, tal como sucede con las personas y resto de seres, aunque en esta ocasión, la luz provenga del interior en mayor o menor medida. En nuestra mitología e iconografía la luz es igual a la vida, del mismo modo a como en otras culturas son el fuego, el agua u otros elementos; experiencia apreciable cuando observamos los ojos de los enamorados, o en su anverso, la progresiva ausencia de brillo emanada por la mirada, justo antes de morir.
Técnicamente, la obra está realizada grapando cáscaras de naranja a un vaciado de escayola, del que posteriormente, cuando han adoptado la forma del mismo, son enumeradas, desgrapadas y cosidas hasta reconstruir el volumen. En un principio la figura iba iluminada por dentro a la altura del corazón, luego, se decidió retirarla y abrir de nuevo todo el volumen para dar mayor presencia psíquica al material, dejándole respirar más allá de los límites pre-establecidos, potenciando su disgregación natural, sin someterlo a una forma tan cerrada. Para
efectuar este proceso se sumergió todo el torso en agua, y se procedió a descoser distintas zonas de la superficie. A lo largo de esta serie de pasos, tomamos conciencia de la importancia de otras etapas intermedias o marginales, en las que sin lograr los objetivos planteados, se descubren y abren puertas de intenso valor estético; fascinación que –en numerosas ocasiones– se encuentra por encima de nuestras limitaciones racionales.
numerado y cosido de las piezas |
detalle del envés |
fotos del proceso: grapado |
Si el anterior trabajo acontece como una piel amarga que habla sobre la agonía de la ruina, esta serie de indumentarias constituyen una piel dulce, propensa al éxtasis, a un ritual amoroso donde los amantes se devoran lentamente, con la vista, el olfato y finalmente, con el contacto. Juego erótico sin palabras, en el que la lencería habla por sí misma, seduciéndonos con el misterio que anida en su fetichismo. Explorando distintos acercamientos, bien sea por iconos simbólicos (mariposa, fisuras), por el plácido perfume desprendido de las prendas, o por los apéndices y protuberancias que brotan de los tejidos, todos ellos, propensos a mantenernos en el umbral2, sin llegar a consumar directamente el galanteo.
Las golosinas empleadas son la materia más próxima a la piel, debido a su flexibilidad, calidez, tersura, tonalidad... cualidades que evocan la densidad y morbidez de la carne, no obstante, en estas confecciones, son desolladas, desechadas de su interior. Pues lo interesante, es llegar a crear una segunda piel altamente adherente, rellenada con el cuerpo del amante, sembrada de resortes, pliegues y otras resistencias, de ahí, la finura, el salero o la destreza para arrebatarla del modo más placentero.
2 Sobre esta interesante limitación, mírese la reflexión de J.L. Moraza en p. 83.
Desde un punto de vista más estético, la superficie se configura como un alegre ajedrezado de tonalidades y texturas, pues cada comercio o distribuidor las ofrece de forma diferente (congeladas, resecas, aclaradas); matices no siempre valorados en la infancia o en la vida cotidiana.
Retornando al tema del fetiche, la prenda también sirve para suplir una ausencia, ídolo, o deseo que la realidad no logra siempre propinar, quizá porque las relaciones son confluencias de energía, lugares de encuentro, momentos eternos que pertenecen únicamente al presente de los amantes, ya que fuera de esta auténtica realidad, sólo queda espacio a los maravillosos o temibles territorios que la ilusión o la neurosis ofrecen, ámbitos donde la sublimación de determinadas pulsiones, o en el peor de los casos, la perversión de las mismas... producen arte.
Exposición en Villanueva de la Jara (Cuenca)
Posted on | miércoles, 1 de diciembre de 2010 | Comments Off
Durante la proxima semana santa,del lunes 18 al domingo 24 de Abril de 2011 tendrá lugar la exposición que harán los componentes de critik-arte en la localidad de Villanueva de la Jara,a 80km de la capital conquense.
En dicha exposición se mostraran trabajos de diversos estilos y materiales; oleos,acuarelas,esculturas,fotografia,etc.